1 abr 2011

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Bacanales. Comida, vino, música, sexo y poesía.
·        Un banquete sensual para el alma
Por Jared de la Cruz Fragoso

E
l Dios nacido dos veces, Baco, caminaba por el mediterráneo mientras contemplaba todo lo que crecía a su alrededor; de pronto al mirar al suelo encuentra una planta extraña, muy pequeña pero de gran hermosura. Le gustó tanto que la guarda en un huevo de pájaro para poder transportarla y admirarla cuantas veces le viniera en gana, la planta crece y es imposible seguir cargándola de esa manera, así que la inserta en un hueso de león. Al ir aumentando el tamaño de la planta, cambia de nuevo su contenedor, esta vez por un fémur de asno. “Era la alegría, la fuerza  y la estupidez: se había descubierto la vid”.

Las fiestas a Baco, el Dios romano del vino; de las artes dramáticas;  de la fuerza vegetativa de la naturaleza, eran llamadas bacanales. Las bacanales se celebraban en la antigua Roma, basadas en las orgías griegas dedicadas a la ya mencionada deidad. En ellas se elogiaba principalmente a los sentidos; no eran simplemente un mar de excesos sin control como ahora se conciben, sino que enaltecían el don del hombre de poder sentir placer.

Estas celebraciones dirigidas por las bacantes (sacerdotisas del cortejo de Baco), principiaban con vino rebajado con miel y agua, poesía recitada por hermosas doncellas y pan de trigo para abrir el apetito físico y mental. Se procedía al banquete, según Marco Gavio Apicio: variedades de quesos de cabra, espárragos, huevos de distintas aves, aceitunas negras y verdes, pulmentum (papilla de mijo), leche, miel y más vino. Si se tenía la solvencia y posición económica se podían incluir trozos de cabra y cerdos asados, sus cuerpos mortuorios y dorados por las brazas incitaban el deseo de los asistentes. La festividad recién comenzaba y si alguno de los presentes estaba ya repleto le era permitido vomitar para seguir comiendo. No se trataba de satisfacer el hambre física, sino resaltar el placer que se sentía al comer. Más platos llegaban, al unísono de las liras, flautillas, panderos y tamborines de piel de buey: deliciosos albaricoques de Armenia, melones traídos de Persia, manzanas, dátiles, higos, cordero hervido con habas y hierbas aromáticas, salsas a base de garum (condimento hecho a base de pescado casi putrefacto).
Mientras los músicos armonizaban pequeñas obras de teatro, así como danzas rituales y lúdicas. Los aromas se mezclaban, el sudor en la piel de los presentes, por el calor del ambiente; por el aporte calórico de los alimentos y por la cercanía de los demás invitados, era tangible. Los roces de los cuerpos sudorosos culminaban en caricias y actos sexuales, el caos ordenado y el placer a tope; más poesía, más música, más vino, más platillos, algunos de ellos exóticos incluso para los propios romanos como pulpejos de camello, lirones rellenos de castañas, jabalíes rellenos de tordos y otro sin fin de apariciones culinarias; tal como ejemplifica El Satiricón de Petronio.
Cuando el banquete terminaba era la hora de la sobremesa, en la Grecia  antigua era llamado simposium. Se trataban temas de filosofía, artes y política. Quizá sea por esto y el miedo a las conspiraciones que se podían suscitar en estos bacanales que el senado romano prohíbe en 186 a. de C. la realización de estos festejos, que se siguieron celebrando en secreto hasta la intervención de la iglesia católica que los modificó en los actuales carnavales.

En sus inicios las bacanales eran celebradas por mujeres únicamente. En un espacio abierto en donde se cantaba, se danzaba y se comía, su placer era ofrendado a Baco como todas las muestras de su cultura, un agradecimiento al Dios que enseña a los hombres a sembrar las artes que han de cosechar placer.





Es todo esto la escencia de Bacchanalia, un banquete de múltiples temas, humores y visiones que convergen en papel para hacer volar tu imaginación, ampliar tus dudas y celebrar la cultura del placer y el placer de la cultura: es más que cocina. Bienvenidos a este primer número y los esperamos para que nos sigan en el segundo que saldrá el 17 de mayo.


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